Son muchos los motivos por los que resulta imprescindible que una empresa cuente con su propio logotipo, y es que entre otras razones, éste ayuda a incrementar la credibilidad de la empresa de cara a los clientes, gracias a que transmite una sensación de seguridad y resulta ser una pieza vital de la imagen corporativa. Es la seña de identidad a través de la cual los potenciales clientes identificarán esa marca y la recordarán como imagen de referencia de la empres o producto.